
07 Feb James Webb atraviesa el frío corazón del Camaleón
Gracias a la observación de estrellas distantes a través de nubes de gas y polvo responsables de la formación de estrellas, el telescopio James Webb está ayudando a los astrónomos a trazar un mapa de los compuestos químicos complejos que podrían dar lugar a la vida.
Las estrellas se forman cuando nubes masivas de gas frío y polvo se fragmentan, condensan y colapsan. Cuando la densidad en una pequeña parte de la nube crece lo suficiente, la presión se dispara hasta que prende el proceso de fusión que forma el corazón ardiente de una nueva estrella.
A medida que la estrella naciente crece, queda rodeada por un disco proto-planetario hecho del mismo material que formó la estrella. Es este disco el que a la larga da origen a los planetas, asteroides y cometas alrededor del nuevo sol.
Esta hermosa nueva imagen del Telescopio Espacial James Webb (JWST) nos muestra la nube molecular Camaleón I, una de las regiones de formación de estrellas más cercanas a la Tierra, ubicada a solo 626 años luz de distancia.
Arriba a la izquierda hay una joven protoestrella llamada Ced 110 IRS 4, cuya luz ilumina la densa nube azulada en las longitudes de onda infrarrojas que observa el James Webb.
Apenas visibles a través de la nube en el centro hay varias estrellas de fondo pequeñas y puntiagudas, en su mayoría oscurecidas por el material frío. Pero estas estrellas son la piedra angular de un nuevo estudio, que usó el JWST para desentrañar la composición química de los hielos de la nube molecular Camaleón I.
Más información aquí: James Webb pierces the cold heart of the Chameleon | Astronomy.com
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