Estrellas enanas tipo M

Un tercio de las estrellas enanas podrían albergar vida

Astrónomos de la Universidad de Florida descubren que cientos de millones de planetas que orbitan estrellas enanas en la Vía Láctea podrían albergar vida, ocupando una órbita de ‘Ricitos de oro’ que les permite resistir fuerzas de marea extremas y retener agua líquida, según datos de los telescopios Kepler y Gaia de la NASA.

Nuestro sol familiar, cálido y amarillo es una rareza en la Vía Láctea. Con mucho, las estrellas más comunes de nuestra galaxia son considerablemente más pequeñas y más frías, con solo la mitad de la masa de nuestro sol como máximo.

Miles de millones de planetas orbitan estas estrellas enanas, tan frecuentes en nuestra galaxia. Para capturar suficiente calor para ser habitables, estos planetas tienen que buscar cobijo muy cerca de sus pequeñas estrellas, lo que los hace vulnerables a las fuerzas de marea extremas.

Cientos de millones en la Vía Láctea

En un nuevo análisis basado en los últimos datos recibidos de los telescopios, los astrónomos de la Universidad de Florida han descubierto que dos tercios de los planetas alrededor de estrellas enanas podrían estar abrasados por estas mareas extremas que los esterilizan.

Quedan, por tanto, un tercio de planetas orbitando alrededor de estrellas enanas, cientos de millones en toda la galaxia, que podrían estar en una órbita de «Ricitos de Oro» lo suficientemente cercana a su estrella y lo suficientemente circular como para contener agua líquida y posiblemente albergar vida.

La profesora de astronomía de la UF Sarah Ballard y la estudiante de doctorado Sheila Sagear publicaron sus hallazgos la semana del 29 de mayo en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias.

Ballard y Sagear han estudiado durante mucho tiempo los exoplanetas, esos mundos que orbitan estrellas distintas de nuestro Sol.

«Creo que este resultado es realmente importante para la próxima década de investigación de exoplanetas, porque la atención se está desplazando hacia esta población de estrellas», dijo Sagear.

«Estas estrellas son excelentes objetivos para buscar pequeños planetas en una órbita en la que es concebible que el agua se encuentre en estado líquido y, por lo tanto, el planeta sea habitable».

Un problema excéntrico

Sagear y Ballard midieron la excentricidad de las órbitas de una muestra de más de 150 planetas alrededor de estas estrellas enanas M, que tienen aproximadamente el tamaño de Júpiter. Cuanto más ovalada es una órbita, más excéntrica es.

Si un planeta orbita lo suficientemente cerca de su estrella, aproximadamente a la distancia que Mercurio orbita alrededor del Sol, una órbita excéntrica puede someterlo a un proceso conocido como «calentamiento de marea».

El «calentamiento de marea» se produce a través de los procesos de fricción de las mareas: La energía orbital y la rotacional se disipan en forma de calor, ya sea en la superficie del océano o en el interior de un planeta o satélite.

A medida que el planeta se estira y se deforma debido a la variabilidad de fuerzas gravitatorias en su órbita irregular alrededor de su estrella, la fricción de las mareas lo calienta hasta el extremo de «tostar» el planeta, tanto como para eliminar toda posibilidad de encontrar agua líquida en su superficie.

«Estas fuerzas de marea son relevantes solo en las estrellas enanas, ya que su zona de habitabilidad está lo suficientemente cerca de ellas», dijo Ballard.

Kepler y Gaia unen esfuerzos

Los datos provienen del telescopio Kepler de la NASA, que captura información de los exoplanetas a medida que se mueven frente a sus estrellas anfitrionas.

Para medir las órbitas de los planetas, Ballard y Sagear se centraron especialmente en calcular cuánto tiempo tardaban los planetas en pasar por delante el disco de sus estrellas.

Su estudio también se basó en nuevos datos del telescopio Gaia, que midió la distancia a miles de millones de estrellas en la galaxia.

«La distancia es realmente la pieza clave de información que nos faltaba antes y que nos permite hacer este análisis ahora», dijo Sagear.

Menos no es más

Sagear y Ballard encontraron que las estrellas con múltiples planetas son las más proclives a albergar planetas con órbitas suficientemente circulares (baja excentricidad) para permitirles retener agua líquida.

Las estrellas con un solo planeta, por el contrario, son las más proclives a producir mareas extremas que esterilizan la superficie del planeta que albergan, debido a la alta excentricidad de su órbita.

Dado que un tercio de los planetas en esta pequeña muestra tenían órbitas lo suficientemente circulares como para albergar potencialmente agua líquida, la Vía Láctea debe albergar cientos de millones de estrellas donde buscar signos de vida fuera de nuestro sistema solar.

Fuente: One-third of galaxy’s most common planets could be in habitable zone

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